sábado, 9 de septiembre de 2023

¿¿¿POR QUÉ ENVEJECEMOS???

 

¿Por qué envejecemos?

Ya sea impulsado por un reloj interno en nuestros genes o por el desgaste de toda una vida, el envejecimiento a menudo puede mitigarse mediante nuestras elecciones de estilo de vida.

POR PATRICIA S. DANIELS
Manos de una mujer de 104 años

Detrás de estas manos se encuentra una mujer de 104 años de Okinawa (Japón). Su proceso de envejecimiento ha sido muy estudiado por la comunidad científica.

FOTOGRAFÍA DE GIANLUCA COLLANAT GEO IMAGE COLLECTION

El envejecimiento es, junto con el sueño, uno de los misterios fundamentales de la biología humana. ¿Qué hace que el cuerpo se ralentice, que sus células dejen de dividirse y que sus órganos sean víctima de enfermedades y discapacidades cada vez mayores? Nadie tiene las respuestas definitivas a estas preguntas, pero las teorías pueden agruparse en dos campos: el daño gradual a lo largo del tiempo y la programación genética.

El primer grupo de teorías sostiene que el cuerpo envejece debido al desgaste que se acumula en los tejidos con el paso de los años. Los productos de desecho se acumulan en las células, los sistemas de reserva fallan, los mecanismos de reparación se estropean gradualmente y el cuerpo simplemente se desgasta como un coche viejo.

El segundo grupo afirma que el envejecimiento viene determinado por los genes, por un reloj molecular interno que se ajusta a un calendario particular para cada especie. Esta teoría se apoya en estudios con animales: los científicos han conseguido aumentar la esperanza de vida de algunos animales alterando un solo gen. Los biólogos señalan que, desde un punto de vista evolutivo, los efectos de la selección natural disminuyen mucho después de la edad reproductiva. La evolución favorece a los genes que son beneficiosos al principio de la vida, ya que dedican los recursos del organismo a la reproducción y dejan menos disponibles para el mantenimiento a largo plazo.

Células implicadas en la remodelación ósea
Corte transversal ampliado de hueso compacto
Izquierda:

En este corte transversal ampliado de hueso compacto, los osteocitos (puntos oscuros) (células implicadas en la remodelación ósea) se ramifican para conectarse con otras células.

FOTOGRAFÍA DE MICHAEL ROSSSCIENCE SOURCE
Derecha:

En este corte transversal ampliado de hueso compacto, los osteocitos (puntos oscuros) (células implicadas en la remodelación ósea) se ramifican para conectarse con otras células.

FOTOGRAFÍA DE QUESTSCIENCE SOURCE

Sólo una división

El proceso de envejecimiento comienza en las unidades más pequeñas del organismo, las células. Cómo y por qué envejecen las células es objeto de debate, aunque cada vez está más claro el funcionamiento de ciertos mecanismos. A principios de la década de 1960, el biólogo Leonard Hayflick descubrió que las células cultivadas sólo se dividían una media de 50 veces antes de detenerse, una cifra que se conoce como el límite de Hayflick. Con la excepción de las células madre y las cancerosas, este límite se aplica a todos los tejidos humanos, aunque las células de las personas mayores se dividen menos veces.

Pero, ¿qué hace que las células se ralenticen y mueran? Un hallazgo interesante es el descubrimiento del papel de los telómeros. Los telómeros son tramos de ADN que cubren los extremos de los cromosomas, protegiéndolos de daños e impidiendo que se fusionen con otros cromosomas. Los investigadores descubrieron que cada vez que una célula se divide, se cortan entre 50 y 100 nucleótidos del telómero. Cuando el telómero alcanza una longitud mínima, la división celular se detiene por completo.

Este hallazgo se vio reforzado por el descubrimiento de la telomerasa, una enzima de las células inmortales (como las células madre) que repara los telómeros después de cada división. La enzima no afecta a las células que no se dividen, como las del cerebro y los tejidos cardíacos, y en las células que sí se dividen, la telomerasa puede favorecer el cáncer.

Un anciano hace ejercicio en la playa de Arpoador, en Río de Janeiro (Brasil).

En la playa de Arpoador, en Río de Janeiro (Brasil), un anciano hace ejercicio. Algunas investigaciones apuntan al ejercicio y a estilos de vida más saludables como factores que favorecen la longevidad celular.

FOTOGRAFÍA DE RICARDO FUNARIBRAZIL PHOTOSLIGHTROCKET VIA GETTY IMAGES

Ejercicio y ADN

La biología no se basa en el destino, ni siquiera cuando hay telómeros de por medio. Eso dicen los investigadores que estudian la relación entre la longitud de los telómeros y los factores ambientales. Las personas con vidas estresantes (por ejemplo, los hombres afroamericanos que sufren racismo) tienen telómeros más cortos que la media.

Por otro lado, un pequeño estudio realizado por Dean Ornish en la Universidad de California en San Francisco demostró que las personas que adoptaban estilos de vida más saludables, como los que incluían ejercicio moderado, una dieta basada en plantas y regímenes para reducir el estrés, experimentaban de media un aumento del 10% en los telómeros. Se necesita más investigación para confirmar los resultados, pero los estudios parecen constituir otro motivo más a favor de la necesidad de mantenerse delgado y en forma.

Foto de un cerebro humano

Una foto del cerebro. Los signos de atrofia cerebral pueden indicar demencia.

FOTOGRAFÍA DE SCOTT CAMAZINESCIENCE SOURCE

Cambios

El envejecimiento afecta a casi todos los sistemas del cuerpo: los sentidos, los órganos digestivos, el sistema cardiovascular, el sistema inmunitario, los huesos y los músculos. Curiosamente, el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) es uno de los menos afectados por la edad. En la mayoría de los tejidos, el deterioro de la función no es drástico. Sólo en situaciones de estrés o enfermedad se pone de manifiesto que el organismo anciano tiene problemas para hacer frente a la enfermedad.

Los cambios en huesos y músculos afectan a la vida diaria de una persona mayor quizá más que cualquier otra cosa. Entre los 30 y los 60 años, la densidad ósea disminuye tanto en hombres como en mujeres. Los músculos también cambian con el tiempo. Entre los 30 y los 75 años, aproximadamente la mitad de la masa muscular del cuerpo desaparece, mientras que la cantidad de grasa se duplica.

El corazón, los vasos sanguíneos y los pulmones son estructuras duraderas, construidas para una larga vida. El hecho de que tantas personas mayores desarrollen problemas cardíacos y pulmonares tiene menos que ver con el proceso de envejecimiento que con factores relacionados con el estilo de vida, como el tabaquismo, la obesidad y la falta de ejercicio. Los sistemas sí cambian un poco con el tiempo: las válvulas y paredes del corazón se vuelven más gruesas y rígidas, lo que hace que el corazón trabaje más para bombear la sangre. Las paredes arteriales también se vuelven más duras y gruesas, lo que puede contribuir a la hipertensión. Los tejidos pulmonares pierden elasticidad con la edad. Y lo que es más importante, el sistema inmunitario de los pulmones empieza a debilitarse con la edad. Los pulmones se vuelven especialmente vulnerables a las infecciones, ya que atraen organismos transportados por el aire.

(Relacionado: Orense y el secreto de la longevidad)

Mantenerse alerta

Los temibles fantasmas del envejecimiento son la demencia y la erosión del yo que conlleva el deterioro del cerebro. Pero la demencia no es una característica del envejecimiento normal. El cerebro sano, de hecho, funciona bien en la vejez. Como el resto del cuerpo, sus tejidos se encogen ligeramente a medida que las células mueren, y pierde alrededor del 10% de su peso en la vejez extrema. Sin embargo, esta pérdida es menos importante en el cerebro que en muchos otros órganos, porque el cerebro tiene muchas más células de las que necesita. Sus neuronas también forman nuevas conexiones a medida que las células mueren, ya que sus dendritas se extienden hasta las células aún vivas. Algunos neurotransmisores disminuyen con la edad, así como el flujo sanguíneo cerebral.

Estos cambios pueden producir alteraciones sutiles a lo largo del tiempo. Pueden afectar a la memoria a corto plazo, la fluidez verbal y la capacidad de aprendizaje, pero no tienen por qué alterar significativamente el funcionamiento intelectual.

Quizá los cambios más notables del sistema nervioso se produzcan en los sentidos, sobre todo en la vista y el oído. La presbicia (disminución de la visión de cerca) es una de las pocas características prácticamente universales del envejecimiento. Comienza entre los 40 y los 50 años y es el resultado de un endurecimiento gradual del cristalino. La audición también empeora ligeramente, debido a los procesos normales del envejecimiento y a los daños a largo plazo provocados por los ruidos fuertes.

SABÍAS QUE...


 El otoño, especialmente en poesía, se ha asociado a menudo con la melancolía. Las posibilidades y oportunidades del verano han desaparecido, y el frío del invierno se vislumbra en el horizonte. Los cielos se vuelven grises, la cantidad de luz diurna utilizable disminuye rápidamente y muchas personas se repliegan sobre sí mismas, tanto física como mentalmente.31​ Se la ha calificado de estación malsana.32

Ejemplos similares pueden encontrarse en el poema del poeta irlandés W.B. Yeats Los cisnes salvajes de Coole donde la estación de maduración que observa el poeta representa simbólicamente su propio envejecimiento. Al igual que el mundo natural que observa, él también ha llegado a la flor de la vida y ahora debe esperar la llegada inevitable de la vejez y la muerte. La Chanson d'automne ("Canción de otoño") del poeta francés Paul Verlaine también se caracteriza por un fuerte y doloroso sentimiento de tristeza. Keats en To Autumn, escrita en septiembre de 1819, se hace eco de este sentimiento de reflexión melancólica, pero también hace hincapié en la exuberante abundancia de la estación. La canción "Hojas de otoño", basada en la canción francesa "Les Feuilles mortes", utiliza el ambiente melancólico de la estación y el final del verano como metáfora del estado de ánimo al separarse de un ser querido.33

Halloween

El otoño se puede asociar con Halloween (influenciado por Samhain, un festival celta de otoño),34​ y con ello una amplia campaña de marketing que lo promociona. El pueblo celta también aprovechaba esta época para celebrar la cosecha con un tiempo de fiesta. Al mismo tiempo, sin embargo, era también una celebración de la muerte. Los cultivos fueron cosechados, el ganado fueron sacrificados, y el invierno se acercaba.35

Halloween, el 31 de octubre, se celebra en otoño en el hemisferio norte. Las empresas de televisión, cine, libros, disfraces, decoración del hogar y confitería aprovechan esta época del año para promocionar productos estrechamente relacionados con dicha festividad, con promociones que van desde finales de agosto o principios de septiembre hasta el 31 de octubre, ya que sus temas pierden fuerza rápidamente una vez que finaliza la festividad, y la publicidad empieza a concentrarse en la Navidad.

Follaje

Durante esta estación la temperatura comienza a descender. Las hojas de los árboles caducos cambian su color verde por tonos ocres, hasta que se secan y caen ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza. Este cambio de color se observa más claramente en diversas regiones del mundo, como América del Norte, el Asia Oriental (incluyendo ChinaCorea y Japón), Europa, medio oeste, sudeste y sur de Brasil,36​ zonas centro, sur y austral de Chile y Argentina así como al sur de Australia oriental y la isla sur de Nueva Zelanda.

Canadá y Nueva Inglaterra (en Estados Unidos) son destinos muy populares para observar el follaje otoñal.3738

Tradiciones

Durante el otoño se desarrollan numerosas festividades. Las más conocidas son Halloween y el Día de Acción de Gracias, muy populares en Estados Unidos y Canadá. En España e Hispanoamérica septentrional el día más importante es el Día de Todos los Santos (día primero de noviembre) que, al igual que Halloween, era en su inicio una festividad de origen pagano vinculada al culto de los muertos. En países como México y más recientemente en Venezuela se festeja el Día de Muertos entre los días 28, 29, 30 y 31 de octubre y principalmente entre el 1 y 2 de noviembre, en respeto de los difuntos, donde se les recuerda con actividades como la quema de veladoras y de oraciones dedicadas a familiares y amigos que han fallecido.

sábado, 8 de julio de 2023

MAR SUCIO

 EL OTRO DÍA ESTUVE VIENDO A MI "PROFE" Y CÒMO NO ME DIÓ DEBERES. ESTE CARTEL LO HICE PARA CONCIENCIARNOS SOBRE EL PLÁSTICO Y SUCIEDAD EN EL MAR, NO LLEGAMOS A ENTENDERLO AUNQUE NOS VIERAMOS EN EL FONDO. 




lunes, 10 de abril de 2023

AULAS DE LA 3@ EDAD DE DÉNIA

 

Oficina del Mayor



La oficina del Mayor, adjunta todos los servicios y prestaciones socioculturales que se ofrecen a la Tercera Edad desde el  Centro Social.

SERVICIOS:

  • Teatro Auditorio de 432 localidades.
  • Centro social para mayores:
    • Cafetería
    • Sala de Ocio-Tv
    • Peluquería 3ª Edad
    • Higienista del pie
    • Hogar del jubilado
    • Talleres y actividades Aulas 3ª Edad

Horari

  • Matins de dilluns a dijous de 9 a 13 h. y de 16:30 a 19:30 h.
  • Divendres de 9 a 13 h.

Aulas de la Tercera Edad

Las Aulas de la tercera Edad son un lugar de encuentro, de diálogo, de convivencia y de participación, donde las personas mayores aumentan su autoestima, mejoran su equilibrio y armonía, consiguiendo seguir activas y comprometidas con la dinámica social y cultural.

En las Aulas de la Tercera Edad de Dénia, se centra la formación integral de las personas mayores a través de actividades comprendidas en tres áreas:

  • Área de Humanidades donde figuran los talleres de Historia del arte, Informática, Inglés,  Técnicas de teatro y Técnicas de memoria.
  • Área plástica y creativa, donde se incluyen los talleres de Pintura, Bolillos, Habilidades creativas, Cerámica y Vidriera (técnica tiffany).
  • Área de actividades físicas, que engloba, Yoga, Espalda Sana, Pilates, Sevillanas, Gimnasia mantenimiento, Taichi-Chikung-Chen y Baile.

Actividades aulas:

Las actividades duran un curso escolar, generalmente de octubre a junio. Durante el curso se realizan salidas y excursiones, conferencias, cursillos,  seminarios y a final de curso se realiza un festival cultural, donde todos los alumnos participan y nos ofrecen una muestra de lo aprendido durante el curso. También se inaugura una exposición final de los trabajos creativos.

El carácter no reglado, de las actividades que conforman este plan de estudios, permite que cada persona opte por aquellas materias que más les satisfacen.
Estas materias llevan como intención, proporcionar una ocupación relajada y productiva durante el tiempo de ocio, de las personas que participen en la Aulas.

La matriculación se realiza durante el verano. Una vez acabado el curso se indican las fechas de matriculación. Cada alumno puede matricularse en dos talleres.  Una vez comenzado el curso y en función de las plazas sobrantes, pueden tener la posibilidad de matricularse en un 3er taller, La forma de pago puede ser trimestral o anual.

Espacios donde se imparten talleres:

Centro Social, Centro de Barrio Oeste, espacios parque Torrequemada.

LA MONA DE PASCUA DE ALCOY

 LA MONA DE PASCUA DE ALCOY




En España existen multitud de tipos de mona, cada lugar tiene su propia tradición y hoy me gustaría enseñaros la tradición Alcoyana de su mona de pascua.

La mona consiste en un bollo dulce decorado con un huevo cocido en el centro. La forma tradicional es un bollo redondo pero en la actualizad podemos encontrarlas con formas de animales.

El origen de porqué se regalan huevos en pascua no está muy claro, pero la teoría más extendida dice que durante los siglos XI y XVIII, la iglesia prohibió comer huevos durante la cuaresma ya que se consideraban carne. Por lo tanto la gente los cocía para conservarlos y cuando al fin terminaba la cuaresma lo celebraban decorando los huevos y regalándolos.

Receta para la Mona de pascua

Mona de pascua tradicional de Alcoi.

Ingredients

  • Zumo de 2 mandarinas
  • 16 gr de levadura seca
  • 2 huevos
  • 100 gr de agua
  • 50 gr de aceite de girasol
  • Ralladura de 1 limón
  • 200 gr de azúcar
  • 500 gr de harina de fuerza + 100 gr para ajustar
  • 3 huevos cocidos
  • 1 huevo para pintar
  • Azúcar para decorar

Instructiones

  1. Exprimimos las 2 mandarinas y diluimos la levadura en el zumo. Seguidamente vamos añadiendo los huevos, el agua y el aceite y mezclamos.
  2. Incorporamos la ralladura de limón y el azúcar y mezclamos bien. Por ultimo añadimos los 500 gr de harina y si la masa nos queda muy pegajosa vamos añadiendo cucharadas de harina hasta que podamos formar una bola con la masa. Yo necesité 60 gr más, todo dependerá del zumo que tengan nuestras mandarinas.
  3. Cubrimos el bol con un papel film y lo dejamos reposar toda noche, mínimo 12 horas en la nevera.

  4. Por la mañana dividimos la masa en 4 trozos (si queremos hacer 3 monas pequeñas), 3 trozos grandes y uno pequeño para hacer los churritos o las extremidades de la tortuga si nos decidimos por este tipo de mona.
  5. Con los 3 trozos grandes hacemos unas bolas y las colocamos en una bandeja del horno forrada con papel de horno.
  6. Aplanamos un poco el centro de la bola y le ponemos un huevo cocido que taparemos con 2 churros de masa.
  7. Precalentamos el horno a 50ºC y metemos nuestras monas en el horno apagados y los dejamos dentro 1 hora.
  8. Sacamos las monas del horno, lo precalentamos a 170ºC y vamos batiendo un huevo para pintarlas.

  9. Las monas crecerán un poco más al hornearlas así que os recomiendo que la tercera la hagáis en otra bandeja.



PAPA FRANCISCO


                                            PAPA FRANCISCO

El primer Papa americano es el jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, arzobispo de Buenos Aires. Es una figura destacada de todo el continente y un pastor sencillo y muy querido en su diócesis, que ha visitado a lo ancho y a lo largo, incluso trasladándose en medios de transporte público, en los quince años de ministerio episcopal.

«Mi gente es pobre y yo soy uno de ellos», ha dicho más de una vez para explicar la opción de vivir en un apartamento y de prepararse la cena él mismo. A sus sacerdotes siempre les ha recomendado misericordia, valentía apostólica y puertas abiertas a todos. Lo peor que puede suceder en la Iglesia, explicó en algunas circunstancias, «es aquello que De Lubac llama mundanidad espiritual», que significa «ponerse a sí mismo en el centro». Y cuando cita la justicia social, invita en primer lugar a volver a tomar el catecismo, a redescubrir los diez mandamientos y las bienaventuranzas. Su proyecto es sencillo: si se sigue a Cristo, se comprende que «pisotear la dignidad de una persona es pecado grave».

Su biografía oficial es de pocas líneas, al menos hasta el nombramiento como arzobispo de Buenos Aires. Llegó a ser un punto de referencia por sus fuertes tomas de posición durante la dramática crisis económica que devastó el país en 2001.

En la capital argentina nació el 17 de diciembre de 1936, hijo de emigrantes piamonteses: su padre, Mario, era contador, empleado en ferrocarril, mientras que su madre, Regina Sivori, se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos.

Se diplomó como técnico químico, y eligió luego el camino del sacerdocio entrando en el seminario diocesano de Villa Devoto. El 11 de marzo de 1958 pasó al noviciado de la Compañía de Jesús. Completó los estudios de humanidades en Chile y en 1963, al regresar a Argentina, se licenció en filosofía en el Colegio San José, de San Miguel. Entre 1964 y 1965 fue profesor de literatura y psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe y en 1966 enseñó las mismas materias en el Colegio del Salvador en Buenos Aires. De 1967 a 1970 estudió teología en el Colegio San José, y obtuvo la licenciatura.

El 13 de diciembre de 1969 recibió la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellano. Prosiguió la preparación en la Compañía de 1970 a 1971 en Alcalá de Henares (España), y el 22 de abril de 1973 emitió la profesión perpetua. De nuevo en Argentina, fue maestro de novicios en Villa Barilari en San Miguel, profesor en la facultad de teología, consultor de la provincia de la Compañía de Jesús y también rector del Colegio.

El 31 de julio de 1973 fue elegido provincial de los jesuitas de Argentina, tarea que desempeñó durante seis años. Después reanudó el trabajo en el campo universitario y entre 1980 y 1986 es de nuevo rector del colegio de San José, además de párroco en San Miguel. En marzo de 1986 se traslada a Alemania para ultimar la tesis doctoral; posteriormente los superiores le envían al colegio del Salvador en Buenos Aires y después a la iglesia de la Compañía de la ciudad de Córdoba, como director espiritual y confesor.

Es el cardenal Antonio Quarracino quien le llama como su estrecho colaborador en Buenos Aires. Así, el 20 de mayo de 1992 Juan Pablo ii le nombra obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio recibe en la catedral la ordenación episcopal de manos del purpurado. Como lema elige Miserando atque eligendo y en el escudo incluye el cristograma ihs, símbolo de la Compañía de Jesús.

Concede su primera entrevista como obispo a un pequeño periódico parroquial, «Estrellita de Belén». Es nombrado enseguida vicario episcopal de la zona de Flores y el 21 de diciembre de 1993 se le encomienda también la tarea de vicario general de la arquidiócesis. Por lo tanto no sorprendió que el 3 de junio de 1997 fuera promovido como arzobispo coadjutor de Buenos Aires. Antes de nueve meses, a la muerte del cardenal Quarracino, le sucede, el 28 de febrero de 1998, como arzobispo, primado de Argentina. El 6 de noviembre sucesivo fue nombrado Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en el país y desprovistos de Ordinario del propio rito.

Tres años después, en el Consistorio del 21 de febrero de 2001, Juan Pablo ii le crea cardenal, asignándole el título de san Roberto Bellarmino. En esa ocasión, invita a los fieles a no acudir a Roma para celebrar la púrpura y a destinar a los pobres el importe del viaje. Gran canciller de la Universidad Católica Argentina, es autor de los libros Meditaciones para religiosos (1982), Reflexiones sobre la vida apostólica (1986) y Reflexiones de esperanza (1992).

En octubre de 2001 es nombrado relator general adjunto para la décima asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos, dedicada al ministerio episcopal, encargo recibido en el último momento en sustitución del cardenal Edward Michael Egan, arzobispo de Nueva York, de presencia necesaria en su país a causa de los ataques terroristas del 11 de septiembre. En el Sínodo subraya en particular la «misión profética del obispo», su «ser profeta de justicia», su deber de «predicar incesantemente» la doctrina social de la Iglesia, pero también de «expresar un juicio auténtico en materia de fe y de moral».

Mientras, en América Latina su figura se hace cada vez más popular. A pesar de ello, no pierde la sobriedad de trato y el estilo de vida riguroso, por alguno definido casi «ascético». Con este espíritu en 2002 declina el nombramiento como presidente de la Conferencia episcopal argentina, pero tres años después es elegido y más tarde reconfirmado por otro trienio en 2008. Entre tanto, en abril de 2005, participa en el cónclave en el que es elegido Benedicto xvi.

Como arzobispo de Buenos Aires —diócesis de más de tres millones de habitantes— piensa en un proyecto misionero centrado en la comunión y en la evangelización. Cuatro los objetivos principales: comunidades abiertas y fraternas; protagonismo de un laicado consciente; evangelización dirigida a cada habitante de la ciudad; asistencia a los pobres y a los enfermos. Apunta a reevangelizar Buenos Aires «teniendo en cuenta a quien allí vive, cómo está hecha, su historia». Invita a sacerdotes y laicos a trabajar juntos. En septiembre de 2009 lanza a nivel nacional la campaña de solidaridad por el bicentenario de la independencia del país: doscientas obras de caridad para llevar a cabo hasta 2016. Y, en clave continental, alimenta fuertes esperanzas en la estela del mensaje de la Conferencia de Aparecida de 2007, que define «la Evangelii nuntiandi de América Latina».

Hasta el inicio de la sede vacante era miembro de las Congregaciones para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para el clero, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica; del Consejo pontificio para la familia y de la Comisión pontificia para América Latina.