lunes, 20 de mayo de 2013

EXPOSICION UNIVERSAL DE BARCELONA 1888

EXPOSICION UNIVERSAL DE BARCELONA 1888


llega por sorpresa a Google, pues éramos pocos los que esperábamos que Google dedicara un doodle a este magno acontecimiento sucedido hace ya 125 años, pero que duda cabe que un aniversario redondo como ese bien merece la portada del buscador que arrasa en la red. Y a buen seguro que los barceloneses celebran de buena gana que un gigante de la red como Google se acuerde hoy en día de la Exposición Universal de Barcelona 1888.
Exposición Universal de Barcelona 1888 acapara hoy, 20 de mayo, Google con una diseño clásico y llamativo para el doodle. El famoso evento se situó en el espacio de la antigua Ciutadella construida por Felipe V para castigar y controlar la ciudad rebelde. Hoy, 125 años después de la inauguración de la Exposición Universal de Barcelona 1888 protagoniza el doodle de Google. el navegador más usaado del mundo ha querido recordar este gran evento que tanto significó para la historia de España. El parque que dibuja las letras de Google de la Exposición Universal de Barcelona 1888, fue considerado un símbolo de la represión borbónica, prisión y lugar de castigo y crímenes a lo largo del siglo XIX.

La Exposición Universal de Barcelona 1888 que hoy nos muestra Google, tuvo lugar entre el 8 de abril y el 9 de diciembre de 1888. Durante el evento, concurrieron un total de 22 países de todo el mundo, y recibió unos 2.240.000 visitantes. Las obras de la Exposición Universal de Barcelona 1888 supusieron la rehabilitación de toda una zona (el barrio de la Ribera) hasta entonces poco estimado por el pueblo barcelonés, a causa de la represión que los militares habían ejercido sobre la ciudad en numerosos momentos de su historia. Además, el incentivo de los actos feriales conllevó la mejora de las infraestructuras de toda la ciudad, que dio un enorme salto hacia la modernización y el desarrollo. Asimismo, Exposición Universal de Barcelona 1888 supuso el banco de pruebas de un nuevo estilo artístico, el modernismo, que hasta principios del siglo XX fue el que imperó en las nuevas construcciones de la ciudad, especialmente entre la burguesía, y que dejó obras de gran valor artístico y monumental, convirtiendo a la Barcelona modernista, junto con la gótica, en el estilo más definitorio de la ciudad condal.
La organización de la Exposición Universal de Barcelona 1888 fue el punto culminante de una larga y venturosa evolución en la sociedad catalana del siglo XIX, que tras los desastres políticos y económicos del XVIII empezaba una nueva singladura de progreso y prosperidad que hacía ver el futuro con optimismo. Cataluña fue pionera dentro de España de la Revolución Industrial, y en muchos casos fue la primera del territorio español en introducir las nuevas mejoras tecnológicas que iban surgiendo en el continente europeo: en 1818 se creó la primera empresa de diligencias; en 1836 el primer «vapor» (fábrica mecanizada); en 1848 el primer tren; en 1857 el primer barco de hierro. Barcelona fue la primera ciudad española en tener gas y electricidad, y fue sede de importantes industrias como la España Industrial y la Maquinista Terrestre y Marítima. En el ámbito de la cultura, igualmente, se produjo una revitalización de la lengua catalana, así como de su literatura, arte, música y demás expresiones culturales, en un fenómeno conocido como Renaixença.
En el año en que se celebró la Exposición Universal de Barcelona 1888, la ciudad condal tenía 450.000 habitantes y era la segunda ciudad más importante de España en el plano político —el país vivía entonces el período de la Restauración borbónica—, aunque la primera a nivel industrial. Por aquel entonces gobernaba Práxedes Mateo Sagasta bajo la regencia monárquica de María Cristina de Habsburgo-Lorena, viuda del rey Alfonso XII (fallecido en 1885) y madre de Alfonso XIII. Se suele considerar que la organización de la Exposición Universal de Barcelona 1888 fue el reflejo de la buena relación entre la restaurada monarquía y la burguesía industrial catalana, que había apoyado el regreso monárquico, en busca de una paz social que permitiese el desarrollo económico.
La idea inicial de organizar una Exposición Universal de Barcelona 1888 la tuvo el empresario gallego Eugenio Serrano de Casanova. Pero ante la imposibilidad de Serrano de llevar a cabo el evento en solitario, asumió el proyecto el alcalde de Barcelona, Francesc Rius i Taulet, que se rodeó de un grupo de empresarios de la ciudad que, junto al alcalde, formaron el llamado Comité de los Ocho: además de Rius i Taulet (presidente) figuraban Elies Rogent (director general de las obras), Lluís Rouvière (director de los servicios públicos), Manuel Girona (comisario de la Exposición), Carles Pirozzini (secretario del certamen); y tres vocales: Manuel Duran i Bas, Josep Ferrer i Vidal y Claudio López Bru, 2o Marqués de Comillas.4 Para tal propósito se inició la edición de un periódico que era el órgano oficial del comité organizador, llamado La Exposición, dirigido por Salvador Carrera, que surgió por primera vez el 27 de agosto de 1886 y se editó hasta el año de la Exposición Universal de Barcelona 1888.